martes, 9 de junio de 2015

Mi experiencia en un viaje largo con un bebé

Peque ya tiene 21 meses.
Salimos de noche, para la ida a las 22.30. Para la vuelta a las 23:45.
Seis horas y media de viaje. De un tirón.
Silla con isofix, grupo 2. Reclinable.

¿Lo que más usamos? La tablet. Llevábamos un adaptador de pen drive, y pelis de Pocoyo y Dora. Pasó bastante tiempo viendo una peli de Pocoyó, después jugó a los juegos de tablet, y por último, apagamos la tablet y escuchamos Cantajuego en el coche. Y así, se quedó dulcemente dormido a las 1.30 de la madrugada. Durmió bastante rato hasta que quiso darse la vuelta y el pobre, claro, no podía. Se enfadaba. Paramos se tomó un poco de leche, de esos bricks con cereales de la marca Puleva. Y aguantó las dos horas que nos quedaban de viaje. Del coche a la cuna de viaje y se quedó tan pancho.

Para volver tres cuartos de lo mismo. Le costó mucho quedarse dormido. A las 3.30 de la madrugada. Vió un poco de Pocoyó y otro poco de Dora, juegó con los Babybus, colección de app que es protagonista un panda y le gusta mucho. Incluso le estuvo cambiando el pañal con el PandaCare jajaja. Habíamos perdido el pen de la música, así que, tuve que cantarle, cuando se aburrió de la tablet. Le costó un montón pero se quedó. Durmió casi todo el camino y cuando salimos de la autovía al llegar a casa, empezó a llorar incómodo. Lo pasamos del coche a la cuna con la que hacemos colecho y ya se quedó frito hasta las 12 de la mañana.

Me habíais dado el consejo de dvd portátil pero no tenemos, nos valió igualmente la tablet. ¡Gracias por el consejo!

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