miércoles, 6 de mayo de 2015

Una historia de mordiscos

Peque ya lleva más de un mes en la guardería. Os he contado un poco de como son las cosas allí.

Pues hace unos quince días, Peque llevaba una bolsita de fruta triturada para almorzar. Y me contaron las profesoras que le mordió a la misma niña, dos días seguidos, una en la espalda y otra en la mano, porque quería la comida que tenía esa niña. Así que, desde entonces, le pongo fruta a trozos para que tarde un poco más comiendo y que no le apetezca lo del plato vecino. Y ha funcionado.

Pero ahora lleva tres días seguidas viniendo con mordiscos en los brazos, con moratón y herida de hincar los dientes. Pero las profesoras no me han dicho nada. Incluso un mordisco le ha durado cinco días.

Y hoy al entrar en la guarde, se puso a llorar como si lo matasen al ver los niños del "comité de bienvenida". Supusimos que serían alguno de ellos el mordedor.

De momento, le he dejado a las profesoras una nota en la agenda de la guarde porque por la mañana no podemos hablar pero ya hablaremos a la salida. A ver como evoluciona la cosa.

Ains... mi pobre que lo echo a la jaula de los leones.

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