martes, 22 de abril de 2014

¿Cómo hacer potitos aprovechando al máximo las vitaminas?

Título largo pero anunciar de que va esta entrada.

Yo utilizo una cocedora de vapor. Para ser más exacta: Cocedora de vapor de 150W.  Fagor. Modelo: CV900M.

Cocinar al vapor es una técnica o modo de cocción de los alimentos aprovechando el vapor de agua. Para ello ponemos los alimentos sobre una rejilla (adecuada para ello) que está dentro de un recipiente con agua en el fondo.
Esta agua no debe estar en contacto con la rejilla ya que de lo que se trata es que cuando empiece a hervir, ese vapor producido debe ir cociendo los alimentos que hay encima. La cazuela u olla debe estar tapada para que no se escape el vapor y se cueza más rápido.

Ventajas destacables de cocinar al vapor

  • Su economía: no necesitamos ningún tipo de aceite para cocinar ni detergente para limpiar los utensilios.
  • Su practicidad: es un sistema rápido (no hay que dar la vuelta a los alimentos), limpio (los alimentos no se pegan ni queman) El caldo sobrante lo podemos guardar para hacer sopa, arroces, etc.
  • Es muy saludable: es una cocina que no necesita grasas ni frituras con lo cual beneficia a todas aquellas personas que quieren cuidar su línea y su salud en general. Los alimentos conservan la mayoría de sus vitaminas y minerales. Los platos así cocinados siempre nos sientan bien ya que son muy fáciles de digerir.
  • Conserva el sabor real de los alimentos: el sabor, aroma y color de los alimentos no se ven alterados.
  • Ayuda a colaborar con el medio ambiente: como los alimentos no se pegan ni queman no necesitamos, por un lado, tanto detergente para lavarlos (de hecho no haría falta ninguno); no vertemos aceites usados (cuestan mucho de depurar) y además las cazuelas o cacerolas duran casi infinitamente ya que no las hemos de rascar para limpiar.

Y además, se puede utilizar como esterilizador (otro aparato más que no vas a necesitar teniendo la cocedora), te sirve para potitos y para utilizar toda la vida.

Yo siempre pruebo los potitos antes de dárselo por el sabor y la temperatura, y a decir verdad, están muy buenos, y al estar triturados no se nota el sabor de una verdura u otra, a quien no le guste. Hago para tres potitos, uno ya se lo doy en el momento, y los otros dos los meto en el frigorífico pues aguanta hasta 48 horas. Si tengo de más, lo congelo. ¡Ah, sí! Utilizo estos vasos e Avent para conservar los potitos, cierran herméticamente. Y si los metéis en el congelador, acordaros de no llenarlo hasta arriba, porque aumenta en volumen y revienta la tapadera.

Al principio de la lactancia utilicé un extractor manual de avent donde me venían los vasos para almacenar la leche materna, y quedé tan contenta que me compré un pack donde venían vasos de 180ml y 240ml, y una cuchara para potitos. Todo viene pre-esterilizado.
Bueno, después de todo esto, os dejo la última receta que hice que me dio para tres potitos:

-6 hojas de acelga
-3 troncos de puerro medianos
-3 zanahorias
-1 patata
-300gr de falda de ternera

Repartir en tres, triturar con batidora. Le eché 4 cucharadas del caldo que soltaron en la cocedora y una cucharada de aceite de oliva, a cada potito.

Espero que os guste este post. Si tenéis alguna duda, estaré encantada de ayudaros.

¡Saludos a todas y todos!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchisisisisísimas gracias por tu comentario, me hace una ilusión tremenda!